Bolsa Internacional de Cereales del Duero, referente de la España interior
Arroyo de la Encomienda, en el alfoz de Valladolid, acoge el 18 de octubre la Bolsa Internacional de Cereales del Duero, un encuentro profesional en el que participarán todo tipo de profesionales vinculados al comercio de cereal.
En el encuentro estarán representadas desde la producción hasta la conservación y la transformación, dentro de una jornada llamada a erigirse en referencia de la actividad mercantil de cereal en el interior de la península.
El momento del mercado
Desde las asociaciones convocantes “nos hemos dado cuenta de que, a pesar de ser la mayor productora de España, Castilla y León carecía hasta ahora de un evento de este tipo, por lo que la consideramos una ocasión para que un gran número de operadores, procedentes tanto del panorama nacional, como del internacional, encuentren aquí un marco único de referencia para la puesta en común y análisis de los temas de actualidad que conciernen al sector”, además de aprovechar la oportunidad “para crear y afianzar lazos comerciales”, afirma José Manuel Álvarez, secretario general de ACCOE.
Esta bolsa internacional de cereales se celebra en un contexto de almacenes llenos después de una cosecha histórica, mientras los precios son bajos.
En opinión de Álvarez, “en momentos en que la oferta es claramente superior a la demanda, los movimientos son pequeños rondando los precios el coste de producción, y muchas veces a descuento”. “No olvidemos que hace no tanto tiempo en Europa se quemaban montañas de mantequilla y leche en polvo, para liberar al mercado de excedentes”, recuerda.
Al mismo tiempo, “coincide que se ajusta la oferta y la demanda en un momento en que se producen tensiones en todos los mercados (materias primas minerales, petróleo, derivados financieros, oro, etc.) y muchos inversores identifican las materias primas para alimentos como un bien que difícilmente puede quedarse sin valor”.
Como en todos los sectores productivos no intervenidos, “el mercado se rige por la ley de la oferta y la demanda y llevamos una serie de años en los que la producción mundial de cereales y oleaginosas ha crecido hasta niveles que hace unas décadas se habrían considerado de ciencia-ficción”. Para él, “aunque nuestras cosechas no llegaran a cotas deseables, no estamos aislados de nuestro entorno y una alta producción nacional ya no significa una bajada de las cotizaciones, ni viceversa”. “Si a esto le unimos otros condicionantes, como por ejemplo la caída del precio del petróleo que ha dejado a los biocombustibles en ‘fuera de juego’ con el consiguiente descenso de consumo, nos encontramos en un escenario que deja poco margen a la especulación. En definitiva, es el propio mercado el que dicta los precios”, apunta.
Por esa razón, Álvarez pide “no abusar” del término especulación y destaca que “todo agente económico tiene algo de especulativo”. Así, “la actividad económica se vertebra en torno a expectativas y gracias a que siempre hay gente con expectativas encontradas, puede haber comercio; para que alguien pueda vender, alguien tiene que querer comprar”.